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Vera tiene dos investigaciones por delante que resolver tras la muerte de un sin techo que sufrió dos agresiones distintas antes de fallecer.
Vera se enfrenta a una investigación un tanto singular. Han encontrado muerto en la calle a un exmilitar sin techo y, según la nueva forense llamada Paula, el hombre de 38 años fue agredido en dos ocasiones por diferentes individuos antes de fallecer. La inspectora debe averiguar quién le golpeó y quién le mató posteriormente.
Los datos con los que cuenta Vera son sus dos tatuajes: uno del ejército y otro del nombre de su hija de 15 años llamada Bailey, que trabajaba en un centro cívico para los sin techo y que, en el momento de morir, le obligaron a ingerir alcohol y fue asfixiado con una bufanda.