Ruth chatea a través de la webcam con un chico al que no le ve la cara. Su amiga Yoli cree distinguir al chico por el piercing que lleva en su pene y le confiesa a Ruth que se trata de Gorka. Ruth, entonces, ni corta ni perezosa, empieza a ligar con él y se lo lleva a casa de la directora, aprovechando que ella está de viaje.
En casa de Clara, descubrirá que no lleva ningún piercing, pero a esas alturas a Ruth ya le da igual porque empieza a sentir una fuerte atracción por Gorka. Antes de que puedan hacer nada son sorprendidos por la inminente llegada de Clara.