Nadia realiza un conjuro en el desguace para hechizar a Quimi porque está muy enamorada de él. Durante el conjuro les atacan unos perros y se refugian en un coche. De repente aparece Quimi que les rescata. Quimi la lleva a su habitación para que entre en razón y decirle que lo suyo no puede ser. En el cole, al día siguiente, la besa en la mejilla y se convierte en la envidia del resto de las niñas.