Momento destacado
Cuando se abre el testamento de Edward, el padre de Vanesa y Justine, las cosas no mejoran entre las hermanas. Van a tener que compartir casa.
Justine sigue sin creerse que tenga una hermana. Realmente no puede comprender que su padre tuviera una aventura con otra mujer que no fuera su madre y que tuviera una hija con ella. Ahora mismo Justine no acepta la realidad y sigue negando que Vanesa sea su hermana. Pero claro, llega el momento de leer el testamento.
Edward, su padre deja bien claro que todos sus bienes deben repartirse entre ambas hermanas y que son dueñas de todo al 50 por ciento. Eso significa que la casa en la que Justine vive con su marido y con su hija también le pertenece a Vanesa. Ante la sorpresa de Justine, Vanesa se presenta en su casa con su maleta dispuesta a establecerse allí. Justine no se lo puede creer.